Televisión
Definición: Transmisión a distancia de imágenes en movimiento por medio de cables y ondas hertzianas.
Historia:
El descubrimiento en 1.873 de las propiedades fotoeléctricas del
selenio, cuya resistencia eléctrica varía bajo la acción de la luz, fue
el primer paso que haría posible en 1.926 los incipientes ensayos de un
sistema mecánico de televisión ideado por el escocés John Logie Baird.
En estos ensayos, realizados en Londres, la imagen era analizada por un
disco, con unas perforaciones en espiral. Las emisiones regulares, que
comenzaron en Gran Bretaña en 1.929, se transmitían en onda larga y con
una definición de 30 líneas. La definición lograda con estos métodos
mecánicos era muy limitada, y por ello fue preciso pensar en el empleo
del tubo de rayos catódicos, que había sido propuesto en 1.907
por el físico ruso Boris Rosing. En 1.934 Vladimir K. Zworykin, que
había sido ayudante de Rosing, puso a punto el iconoscopio, con el que la televisión catódica dio un paso muy importante.
Funcionamiento: En televisión cada imagen se descompone en pequeños elementos individuales (puntos) que se transmiten sucesivamente. En el iconoscopio del
transmisor el haz explorador barre continuamente la imagen siguiendo
líneas sucesivas. La corriente variable que se obtiene en cada instante
del iconoscopio se amplifica y modula en un transmisor. En el televisor
el haz del tubo de imagen es modulado por las corrientes detectadas
procedentes del transmisor, a fin de provocar la aparición sobre la
pantalla fluorescente de puntos de brillo variable. El barrido del tubo
de la imagen se efectúa sincrónicamente con el del iconoscopio, gracias a
que en la señal se incorporan unos impulsos de forma especial,
denominados impulsos de sincronismo. Si la totalidad de los
puntos de la imagen son transmitidos en menos de 1/10 de segundo, merced
a la persistencia de las sensaciones visuales se tiene la sensación de
que se trata de una imagen continua parecida a la que capta la cámara.
Las diferentes normas de televisión difieren entre sí por el número de
imágenes emitidas por segundo (25 en Europa y 30 en EE.UU. y Japón), por
el número de líneas de cada imagen (625 en casi toda Europa y 525 en la
norma estadounidense), por la anchura de banda ocupada por cada canal,
por la forma de los impulsos de sincronismo y por la modulación.
Televisión
en color: La transmisión de una imagen en color se consigue
descomponiéndola, mediante filtros adecuados, en tres imágenes de
colores primarios: verde, rojo y azul; estas imágenes son exploradas por
tres cámaras que proporcionan, respectivamente, una señal V (verde),
otra R (roja) y otra A (azul). También se conoce por sus siglas inglesas
RGB (Red Green Blue). Las tres señales se mezclan en una proporción
equivalente a
la sensibilidad cromática del ojo humano para formar la señal Y (luminancia)
Y = 0,59V + 0,30R + 0,11A
La onda portadora del
transmisor es modulada en amplitud por la señal de luminancia, que
proporciona una imagen completa en blanco y negro cuando se recibe en un
televisor monocromático (sistema compatible).
La
información del color se transmite mediante una subportadora de banda
estrecha modulada por las señales CR = R - Y y CA = A - Y, denominadas señales de crominancia.
El aparato receptor consta de los mismos circuitos que componen un
televisor monocromático, más los circuitos necesarios para la
separación, amplificación y demodulación de las informaciones relativas a
los tres colores primarios. El tubo imagen está constituido por tres cañones electrónicos, una máscara perforada, formada por una delgada lámina metálica provista de varios cientos de miles de pequeños orificios, y una pantalla
sobre la cual se han dispuesto, muy próximos entre sí, puntos de
sustancias fluorescentes. Tales sustancias se disponen en grupo de tres
puntos con fluorescencia roja, verde y azul, de modo que los electrones
procedentes de cada cañón, después de atravesar los orificios de la
máscara, sólo puedan excitar los puntos fluorescentes de su color
propio. Dado que estos puntos están muy próximos entre sí, cuando se
aplica al cátodo de los tres cañones electrónicos la señal de luminancia
Y y a cada rejilla las señales CR, CA y CV, procedente esta última de
la combinación de las dos anteriores CV = V - Y = -0,51(R-Y)-0,19(A-Y),
se obtiene sobre la pantalla la formación de la imagen en color. Los
tres sistemas actuales de televisión en color se diferencian entre sí
por la forma en que las
señales de crominancia modulan la subportadora; el sistema estadounidense NTSC (National Television System Commitee)
transmite simultáneamente las dos señales de crominancia, que modulan
la subportadora en fase y en amplitud; en el sistema francés SECAM (sequentiel à mémoire)
las dos señales de crominancia modulan alternativamente la subportadora
mediante un conmutador electrónico, empleando en el receptor una línea
de retardo que memoriza las señales y las restituye en el momento
oportuno; el sistema alemán PAL (phase alternance line),
perfeccionamiento del NTSC, transmite durante una línea las señales de
crominancia y durante la línea siguiente otra señal para compensar los
errores de fase, principal defecto del sistema NTSC.
Perspectivas y futuro de la televisión:
Sin renunciar a las ya habituales funciones recreativas e informativas,
la televisión evoluciona dando acceso a una multitud de nuevos
servicios complementarios, cuya incorporación va siendo posible, en gran
medida, gracias a los nuevos métodos de transmisión por cable. Desde el
desarrollo de los cables coaxiales, cuyo empleo hace posible la emisión
simultánea de docenas de programas la televisión por cable se difundió
con gran rapidez, especialmente a EE.UU., donde surgieron muchas
pequeñas estaciones para producir y emitir programas de ámbito local. La
transmisión por cable ha hecho asimismo posibles las experiencias de la
televisión bidireccional, donde el telespectador puede intervenir y
participar durante la emisión de los programas. Por otra parte, si se
dispone de cables directamente conectados con centros informáticos el
aparato de televisión perderá su especificidad y se transformará en un
terminal de computador. En definitiva, la televisión por cable se abre
un mundo completamente nuevo, dirigido a un público restringido y
orientado a hacer de la televisión un instrumento de uso personal. En
cuanto a los sistemas de transmisión por ondas hertzianas, éstos
evolucionan hacia los satélites de difusión directa. El empleo de tales
ingenios está permitiendo tanto cubrir las actuales zonas de sombra del
mundo entero. Finalmente, los recientes adelantos en el dominio de la
electrónica, cuyos logros tecnológicos, principalmente los sistemas de
vídeo, están siendo incorporados masivamente a la televisión, van
dotando a dicho medio de mayor flexibilidad en la utilización por parte
del usuario.
TELÉFONO
Definición:
El fundamento del teléfono moderno se basa en el ideado por A. G. Bell
en 1.876. El aparato de Bell consta de una membrana de hierro dulce muy
flexible situada delante de un imán, alrededor del cual está arrollado
un hilo conductor aislado; al hablar delante de la membrana, se origina
en ésta una vibración que modifica una corriente variable. Un conductor
eléctrico enlaza este aparato con otro análogo en el que la corriente
eléctrica origina fenómenos inversos a los descritos y reproduce la voz
humana. En 1.878 H. Hunnings inventó un micrófono que empleaba gránulos
de carbón para establecer un contacto de resistencia variable; este
dispositivo, tras algunas mejoras, se usó como transmisor telefónico, y
el aparato de Bell pasó a emplearse como receptor (auricular). Hacia
1.882 se adoptó la disposición conjunta sobre pieza única del micrófono y
el auricular, formando el actual microteléfono. En 1.892 se instaló la
primera central telefónica automática comercial del mundo. Los teléfonos
automáticos más convencionales disponen de un disco de selección
telefónica de diez orificios inventado por L.M. Ericcson en 1.896, con
el que se puede marcar el número de cualquier abonado. También existen
otros métodos cada vez más comunes, como los botones en vez del disco.
TELÉGRAFO
Definición: Aparato empleado en telegrafía alámbrica para la transmisión y recepción de mensajes mediante impulsos eléctricos.
Historia:
El telégrafo más simple es el ideado por Samuel F. B. Morse e 1.837. El
emisor está constituido por un pulsador (manipulador) que al ser
accionado envía impulsos a la línea telegráfica; estos impulsos actúan
en el receptor sobre un electroimán, el cual, mediante una palanca,
apoya un estilete contra una cinta de papel que se mueve de manera
uniforme sobre una ruedecilla entintada, con lo que se imprime un signo
de acuerdo con la duración del impulso de
corriente. En lugar
del receptor se pueden emplear aparatos acústicos, los cuales permiten
oír los signos. La velocidad de transmisión del telégrafo Morse es, como
máximo, de 120 letras/min. Los telégrafos impresores permiten la
recepción de los mensajes en caracteres de imprenta; estos telégrafos
incluyen siempre en el emisor y en el receptor una rueda de tipos y un
mecanismo de contacto. El telégrafo Hughes se dispone de modo que estas
partes posean en ambas estaciones la misma velocidad, mediante
dispositivos de sincronización y corrección. La velocidad de transmisión
del telégrafo Hughes es superior a la del telégrafo Morse; no obstante,
cuando se requiere gran velocidad de transmisión se emplea el teletipo.
RADIO
Definición: Transmisión de dos canales de baja frecuencia empleando una sola radioemisora y un sólo canal.
Historia:
La primera experiencia de radiodifusión la efectuó un radioaficionado
de Pittsburgh (EE.UU.), en 1.920. El gran interés que suscito llevó a la
institución de un servicio regular que, con el indicativo KDKA, fue la
primera estación radiodifusora del mundo. El desarrollo de esta nueva
técnica fue tan rápido, que cinco años después existían en el mundo más
de 600 estaciones de radio. En España, las primeras emisiones regulares
fueron difundidas el 14 de noviembre de 1.924 por las antenas de Radio
Barcelona (EAJ 1). La radio pasó pronto a ser un instrumento importante
desde el punto de vista cultural y político, convirtiéndose en pocos
años en el medio de expresión y difusión más importante. Después de un
período inicial fue necesario concertar acuerdos internacionales a fin
de evitar interferencias recíprocas, que cada día se hacían más
frecuentes, y dar paso a una mayor colaboración técnica. La Convención
Internaciones de Atlantic City (1.947) reservó para la radiodifusión
destinada al servicio interior de los países las bandas de 150 a 285
kc/seg. (onda larga) y de 535 a 1.605 kc/seg. (onda media), lo que
representa un total de 15 a 119 canales, respectivamente. Como el número
de estaciones en muchísimo mayor que el de canales disponibles, cada
canal ha de ser compartido por varias emisores suficientemente alejadas o
por grupos sincronizados de igual programación. La Conferencia de
Copenhague (1.948) planificó la distribución de estos canales en la zona
europea de radiodifusión que comprende, además de Europa, el norte de
África y algunos países del Próximo Oriente. A pesar de ello por las
condiciones de propagación de estas ondas, se producen durante la noche
intensas interferencias entre las emisoras que comparten un mismo canal,
dando lugar a una considerable limitación de su zona de servicio. En
los últimos años se ha desarrollado una nueva técnica que ha
posibilitado un gran aumento en el número de emisoras de un país. Se
trata del servicio en ondas métricas con modulación de frecuencia (frecuencia modulada),
que en la zona europea de radiodifusión se transmite en las frecuencias
comprendidas entre 87 y 100 Mc/seg. Por las características de
propagación de estas ondas no se producen interferencias entre emisoras
razonablemente alejadas, aunque compartan el mismo canal; además, la
zona de servicio durante el día y durante la noche es la misma: la
reproducción del sonido es de alta fidelidad y la música puede
transmitirse con una dinámica muy amplia. Con la modulación de
frecuencia se obtiene una recepción de la mejor calidad sin ningún
género de perturbaciones. Por ello la tendencia actual en todo el mundo
es la implantación de este servicio para el desarrollo de la
radiodifusión destinada al interior, con vistas a una próxima y
considerable reducción de las emisoras de onda media. Las emisiones
efectuadas por las redes nacionales de la mayoría de los países se
agrupan en tres programas distintos: uno informativo, otro musical y un
tercero cultural. Para la radiodifusión destinada al exterior, la
Convención de Atlantic City reservó 180 canales en onda corta
agrupados alrededor de las longitudes de onda 16,25,31,41 y 49 m. A
causa del alcance mundial de estas ondas y del número reducido de
canales, la Conferencia de México (1.949) confeccionó un plan de
distribución que fue modificado en posteriores conferencias para
adaptarlo a condiciones particulares.
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